Siempre puede ir peor

La vida es dura y cruel. Desgarradora y malvada.

Hace cuatro años y medio cuando toque fondo después de una serie de embestidas que culminaron con el abandono del mimds, sali adelante. Incluso la vida estuve a punto de perder pero pense «ya estoy en el fondo del abismo, no puede haber nada peor solo tengo que escalar». Pasito a pasito. Y lo hice.

Me equivoque de nuevo. Siempre puede ir a peor. Esta vez no lloro cmafi.jpgon estas letras sólo tu pérdida…

Lloro por mi, porque nunca más volvere a creer en el amor. Me quieres pero no es suficiente. Y esa, es la esencia de mi alma.

Lloro por el hogar perdido, que ya nunca tendré. No volvere a sentir la calidez y seguridad de un lugar donde crecer como persona. Pues abandone el mio por crear uno juntos, que ahora son solo paredes.

Lloro por la maternidad que nunca llegaré a sentir. Haciamos el amor por placer y por aumentar nuestra familia. Ahora el reloj biologico me recuerda que contigo perdi mi única oportunidad.

Lloro por la vida que habiamos construido y en la que era feliz. Ahora te  has ido, y hasta economicamente me has abandonado dejandome con lo puesto.

Y lo puesto son heridas de las que no hay cura. De nada serviría volver a escalar, porque ya no hay nada allí arriba para mi. ¿Y ahora que puedo hacer?

 

 

Segunda oportunidad

Releo los post que escribi hace cuatro años y medio y es como si no hubiera pasado el tiempo. Podría publicarlos ahora mismo y describirían exactamenteo de lo que estoy viviendo en este instante. Tampoco tenía esperanzas como ahora…

pero volvimos el uno al otro. Mantuvimos inalterable los lazos que más fuerte nos unian, nuestro amor, correguimos nuestros fallos, cada uno los suyos, y el destino jugo a nuestro favor.

Se qué esta vez no sucederá y se que esta vez el dolor y la oscuridad serán mucho peor a medida que pasén los días. ¿Por qué?

Primero, porque con lo que llaman madurez, los sentimientos tienen menos importancia que en la juventud. El amor no es tan importante como buscar una relación que satisfaga tus deseos de la mejor manera posible y que haga tu camino por la vida más navegale.

Y segundo, yo soy muy consciente de que me he visto desbordada las última semanas de mi relación por muchos problemas y preocupaciones de la vida, y que descargaba contigo de una forma continua y desgastadora. Sin embargo, tu no eres consciente de tus fallos.

Hace cuatro años, nuestras debilidades fueron las mismas, nada tienen que ver con nosotros como pareja, pero las pagamos el uno con el otro. Y tu huiste como ahora, pero te encontraste con algo que no esperabas. La soledad.

En una nueva ciudad,full-soledad.jpg conociste a personas muy diferentes a las que siempre te habías rodeado y te habían bailado el agua.  Con tiempo para pensar, con personas que te hacian reflexionar, por primera vez miraste dentro de ti mismo… en definitiva, con la soledad que en muchos casos nos lleva a conocernos a nosotros mismos, más que ninguna otra cosa.

Y te diste cuenta de que era la mujer de tu vida, y me preguntaste «¿crees que podríamos volver a intentarlo?» Y te dije que si, pero que antes cada uno tendríamos que correguir las partes de nosotros mismos que nos confrontaban. Y cuando muchos meses despues volvimos oficialmente, yo te hice una promesa y tu a mi otra. Y la mantuvimos mucho tiempo.

Volvimos a fallar los dos. La diferencia es que yo estoy dispuesta a reconstruir la ciudad las veces que haga falta y tu eres de los que dejan los escombros atrás y se ponen en camino. Y la suerte que te llevo la otra vez a esa ciudad donde te diste cuenta que el amor si importa, no se da dos veces.

Pero esta vez, es peor.

 

Déjà vu

Alguien me dijo  una vez que todo en la vida es cíclico, que viviremos otra vez grandes guerras, seguidas de periodos de resplandor y humanidad, para acabar de nuevo dejandonos vencer por nuestras bajezas y miedos que nos conducieran a la oscuridad, y de ahí, de nuevo resurgir.

40488216_240169986666120_5162044284001069534_nNo estaba deacuerdo con esta opinión, pero heme aquí, volviendo a este blog cuatro años y medio despúes para seguir descargando – por el mismo amor incondicional y eterno – el dolor que me consume el haberlo perdido de nuevo.

La vida nos dió ese nuevo periodo de resplandor donde nos hemos amado más que nunca, mi mds, pero los miedos volvieron y nos pillaron con las murallas descuidadas y las puertas semi abiertas, y un nuevo un tsunami arraso toda mi mundo, forjado con mucho esfuerzo estos últimos años.

Y si entonces la desolación apenas me dejaba respirar, en esta ocasión – hoy hace justo un mes -, ya hay momentos en los que de forma inconsciente lo dejo de hacer, solo mi parte animal me trae al mundo de los vivos.