Amo la vida. Necesito sentir, vivir con intensidad, hacer las cosas que haga porque me nazcan de dentro, porque me den felicidad…cantar mientras recorro una calle cuyos edicificos me apasionan, o gritar en mitad de una montaña porque el aire que respiro me hace sentir viva y helada a la vez… y por encima de todo necesito AMAR.

En cambio, tú, mi mds eres un superviviente desde que desde muy joven tragicos acontecimientos te marcaron tu vida. Nunca dejas de andar, si algo falla, no te pares a sentir, a respirar produndamente, a reflexionar, sólo cambias a otro carril,  solo sigues y sigues, porque es lo que has hecho siempre. Es lo que te ha mantenido ¿vivo?

Menos conmigo. Por eso la única vez que la vida te hizo parar, te diste cuenta de que era la mujer de tu vida y volviste a mi, y cambiaste. Te abriste a tus emociones. Y los problemas se hablaban y se correguian y viviamos amandonos. Pero poco a poco te volviste a cerrar cual tortuga en su caparazon… y de nuevo te echaste al mar sin mi, dejandome a la orilla.

No volveras. Esta vez no. Pero a mi no me vale con sobrevivir, y no se como vivir sin ti.